En el poyo a la sombra del nogal
se sentaba la anciana contemplando
por la calle Mayor correteando
el pasar de la tropa colegial
Caramelos oculta el delantal,
les ofrece a la vez que van gritando
y entre insultos la irán menospreciando
sin respeto y con falta de moral.
Todo aquello en el tiempo dejaría
un oscuro y sombrío caserón
con un pozo manando su agonía.
Desde entonces quedó la tradición
del nogal que alimenta su elegía
dando nueces amargas del perdón.
dando nueces amargas del perdón.
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