Brilla con su expresión, bella y arcana,
única, natural,
tierna y gentil,
íntegra de emoción,
clara y cercana,
de alma tan
especial, dulce y pueril.
Es contra la razón
regla que gana
toda la
excepcional forma sutil,
hizo que la pasión
fuera liviana
dándonos su jovial
aire infantil.
Siempre nos
quedará santo y ungido,
aunque en su
dormitar pueda tener
manta que velará
sueño perdido.
Nunca abandonará libre su nido
hecho para abrigar
límpido ser.
¡Quién te cobijará
hijo querido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario